Uno de nuestros centros más antiguos, Gernika, acaba de vivir una transformación integral de todo su espacio, tras más de un año y medio de obras. Entre estos trabajos de remodelación, destacan las nuevas instalaciones térmica y de climatización.
Para ello, se ha eliminado la caldera de gas natural para sustituirla por una nueva bomba de calor aire-agua, que además de reducir las emisiones de carbono, permitirá refrigerar durante la época los distintos espacios, mejorando así el confort y bienestar de las 120 personas que acuden cada día a trabajar.
Las obras de remodelación han supuesto la reestructuración de todos los espacios, tanto productivos, en la planta baja, como las salas de actividades, los vestuarios y el comedor de la primera planta, así como las zonas de oficinas y de descanso.
Al igual que en Etxebarri, las obras se han realizado con el centro en funcionamiento, lo que ha supuesto un gran esfuerzo para las 120 personas que trabajan en él, que durante estos meses han continuado con su actividad para hacerlo posible, superando todas las incomodidades y la redistribución de las secciones y los trabajos por la planta.
Esta reforma respondía a las necesidades de mejorar los espacios de trabajo y de actividades de las personas, responder a las necesidades de producción y una búsqueda de la eficiencia energética, dentro del objetivo estratégico de reducir la huella de carbono en nuestras actividades.
La renovación de la instalación térmica en Gernika ha contado con el apoyo del EVE y el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, para la implantación de instalaciones de energías a renovables térmicas en diferentes sectores de la economía, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-Next GenerationEU.
